¡Hola terr铆colas馃懡! Hoy voy a hablar de uno de los casos m谩s sorprendentes, escalofriantes y macabros de la psicolog铆a humana relacionado con una conducta de comportamiento muy poco com煤n: la necrofilia. Antes de hablar del caso de Carl, me centrar茅 en dar una breve descripci贸n sobre esta parafilia que surge cuando una persona siente excitaci贸n por la contemplaci贸n, el contacto, la mutilaci贸n o la evocaci贸n mental de un cad谩ver. Esta conducta no solo resulta extra帽a e inaceptable en nuestra sociedad. Tambi茅n est谩 penada con c谩rcel, pues se entiende que la persona muerta no hubiera dado su consentimiento estando viva.
Ahora si, vamos a centrarnos en el famoso caso de Carl Tanzler, un prestigioso radi贸logo de nacionalidad alemana que emigr贸 a Zephyrillis, una ciudad del condado de Pasco en Florida con su mujer y sus dos hijas, pero m谩s tarde dej贸 a su familia para mudarse a una isla llamada Key West, cerca de Miami.
Un d铆a de 1930, la vida de Tanzler cambi贸 para siempre. 脡l tendr铆a unos 50 a帽os por aquel entonces y tuvo un romance con una de sus pacientes, llamada Mar铆a Elena Milagro de Hoyos. 脡sta padec铆a tuberculosis y su madre la llev贸 al hospital en busca de una cura para su enfermedad.
En cu谩nto Tanzler vio a Mar铆a Elena pens贸 que era la mujer que hab铆a visto en sus visiones durante la ni帽ez... No tuvo ninguna duda, esta mujer cubana de 21 a帽os era el amor de su vida.
A pesar de que Tanzler no contaba con los suficientes conocimientos y las pocas posibilidades de recuperaci贸n de la paciente, 茅l accedi贸 a cuidarla y llev贸 su tratamiento desde casa de sus padres. Con el tiempo, Mar铆a Elena empeor贸 y finalmente el 25 de octubre de 1931 falleci贸. Consternado con este hecho, Tanzler decidi贸 pagar el funeral y construir un mausoleo en honor a la joven, con el previo consentimiento de los padres de 茅sta.
M谩s tarde, la obsesi贸n de Tanzler por Mar铆a Elena se torn贸 inusual y macabra. En abril de 1933, Tanzler decidi贸 exhumar y llevarse el cad谩ver de Mar铆a Elena en un carrito de juguete.
Ya con el cad谩ver en casa, Tanzler decidi贸 conservarlo de todas las maneras inimaginables: peg贸 sus huesos con perchas y cables, reemplaz贸 sus ojos por bolas de cristal, le ech贸 litros de perfume para evitar que oliese a putrefacto...
Muchas personas se sorprendieron al ver por la ventana a Tanzler bailando con aquel cuerpo sin vida. Adem谩s 茅l mismo afirmaba mantener relaciones sexuales con el cuerpo inerte de la joven. Tras un tiempo, los rumores llegaron a o铆dos de la familia de Mar铆a Elena, quienes denunciaron a Tanzler y lograron que la polic铆a irrumpiese en su casa y le detuviesen.
Este caso tuvo una importante repercusi贸n medi谩tica y se hizo viral al momento...
¿Qu茅 somos capaces de hacer por amor? ¿Realmente lo que sent铆a Carl Tanzler por esta mujer ex贸tica de cabellos negros era amor o simplemente una obsesi贸n infundada por "visiones premonitorias"del supuesto amor de su vida?
Desde mi punto de vista, el comportamiento de Tanzler es inexplicable. Sus acciones conllevaron que la familia tuviera tanto p谩nico de que su hija se volviera a convertir en una "mu帽eca con aspecto diab贸lico" para uso de Tanzler que tuvieron que tomar la medida dr谩stica de enterrarla en un lugar desconocido para evitar que la historia se repitiera.
Afortunadamente, Tanzler jam谩s pudo volver a tener el cuerpo de Mar铆a Elena junto a 茅l, pero renuente a dejar todo atr谩s, fabric贸 una m谩scara que calcaba el rostro de la joven tras su muerte. 脡sta sirvi贸 para mantener su l煤grube recuerdo que lo acompa帽贸 hasta su muerte.
Este hecho sorprendi贸 a la poblaci贸n, Carl a pesar de las repercusiones de sus actos, no se mostr贸 arrepentido y siempre llev贸 a otro extremo su obsesi贸n por Mar铆a Elena.
Actualmente, existen algunas t茅cnicas y tratamientos para aquellos que padecen esta parafilia, consider谩ndose fundamental la terapia cognitivo conductual, la psicoterapia, el entrenamiento de habilidades sociales, la administraci贸n de f谩rmacos y el tratamiento hormonal.
A continuaci贸n mostrar茅 una imagen del cuerpo sin vida de Mar铆a Elena y el aspecto que presentaba tras ser encontrada en el dormitorio de Tanzler, ya que me ha impactado much铆simo su estado y el grado de descomposici贸n que ten铆a.
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